La semana pasada vimos en «Menos anuncios, más experiencia: El caso de Air France» lo importante que es cómo vive el cliente el proceso de compra de un bien o servicio y el disfrute del mismo. En este caso, un buen servicio convirtió a mi compañera en «evangelista» o promotora de la marca: escribió un post para recomendar la aerolínea. Un buen servicio es la mejor estrategia de marketing.
En otros muchos casos, veáse «¿Qué pensarías si vas a un bar, pides una cerveza y tardan 10 días en ponértela?«, se nos olvida que estamos vendiendo, que con cada cliente tenemos que dar lo mejor de nosotros y ganarnos su confianza. En esos casos, creamos «detractores» de la marca. Y digo creamos, porque en la mayoría de los casos, podríamos haberlo hecho mejor. A veces, incluso se nos olvida algo tan simple y barato como sonreír.
Mi experiencia es que la sonrisa y la alegría se pueden contagiar a los demás, probadlo, porque que mejor forma de comenzar una venta que con un interlocutor relajado y predispuesto.
Por eso, hoy quiero compartir con vosotros este vídeo que me encanta:
¿Habéis sonreído viendo el vídeo?