En post anteriores ya os había hablado de que es un Call-To-Action o «Llamada a la acción».
Para resumirlos, son textos o imágenes que utilizamos los marketers para llevar a un lead a una conversión. Es decir, para que rellene un formulario, nos deje sus datos, y acceda a algún contenido que ayude a posicionarnos mejor en la decisión de compra del cliente.
Hasta hace poco, muchos textos de Marketing recomendaban incluir uno y sólo un CTA por landing page o por e-mail. La razón de esta recomendación era que «no deberíamos distraer al lead de lo que realmente queremos que haga». Es decir, si lo que queremos es que pruebe nuestro producto, no deberíamos ponerle un CTA adicional diciéndole que se registre en nuestro blog.
El tema es que el discurso alrededor de los CTAs está cambiando. Ahora ya se está hablando de «secondary CTAs». Según mi experiencia en concreto en e-mail marketing, creo que a mayor cantidad de CTAs, mayor tasa de clics. Ahora bien, los CTAs secundarios son secundarios porque no son la acción ideal que queremos que lleve a cabo un lead cuando visita una de nuestra paginas o lee alguno de nuestros e-mails. Esa acción ideal es el CTA primario y esa jerarquía debe notarse físicamente en el diseño del CTA. En otras palabras, el CTA primario debe resultar más llamativo que el secundario, porque es lo que más nos gustaría que ese lead clicara.
Si ponemos un sólo anzuelo -como nos recomendaban los expertos hace poco-, puede que el lead nunca pique, pero si se ponemos otra carnada diferente, puede que ese lead se quede, ya sea porque le guste más la carne -lo que le ofrecemos en el CTA secundario- que las lombrices -el CTA primario-.
Conclusión: Ahora los expertos dicen sí a varios CTAs, para mejorar la conversión, pero siempre teniendo en cuenta la jerarquía de los CTAs. Ya sabes, si lo que quieres es que prueben tu producto, el botón de «¡pruébalo ahora!» debería ser más vistoso que el de suscríbete a nuestro newsletter.